PROYECTO 365
Una baja muy larga, dos operaciones en la cadera y mucho tiempo libre. Así surgió la idea de realizar este proyecto, como vía de escape a este momento de inactividad, alejada de la danza y la fotografía, haciendo que el proceso de recuperación fuera mucho más llevadero al tener un propósito diario.
El comienzo del proyecto decidí hacerlo coincidir con el aniversario de mi primera operación, de ahí el guiño de que la primera foto de todas sea la cicatriz en la cadera. Fue una manera de reflejar el porque comencé, puesto que este proyecto si no hubiese estado de baja seguramente no me habría planteado el llevarlo a cabo, por lo que personalmente era muy importante que se viera plasmado el motor que me había hecho tomar la decisión de realizarlo, pero tampoco quería que solo se centrará en ello, no quería un diario de mi recuperación, sino explorar artísticamente las posibilidades que me ofrecía mi día a día.
Por esta razón, el “Proyecto 365” lo he realizado con la cantidad mínima de pautas y limitaciones, para que lo importante fuese el proceso de realizar diariamente la fotografía y de centrarme en disfrutar de tener la cámara entre las manos. He intentado que fuese un desarrollo lo más natural posible, intentando no buscar una temática concreta ni una preparación previa de la foto, de hecho, ha sido más bien al contrario, cada día en función de lo que iba observando y llamando mi atención, seleccionaba algo con lo que experimentar diferentes puntos de vista. Esto explica porque hay tanta diversidad dentro del proyecto, donde lo único que tienen en común todas las fotografías es que están realizadas con dos objetivos, un 50 mm y un 60 mm macro, y que todas son en blanco negro.
Si tuviese que definir este proyecto con una sola palabra, sería compromiso. Ha sido un año en la que mi prioridad diaria era realizar la fotografía, independiente del resto de compromisos sociales, personales o laborales que tuviese. Quizás esto es también lo que más satisfacción me ha dado, cumplir con el reto de hacer la fotografía diaria, incluso cuando me dieron el alta y comencé a trabajar.
Ha sido un proyecto muy especial, en el que he disfrutado y aprendido mucho, tanto a nivel artístico como a nivel personal. Además, que haya terminado convertido en un fotolibro, todavía hace que tenga más valor para mi, puesto que estoy viendo como un sueño se hace realidad.
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